«Superficial y pedante».
Peter Griffin, Padre de Familia.
Después de tener un tiempo «pendiente» (si se
puede llamar así) Over the Garden Wall,
por fin me he decidido a verla. Y realmente no sé lo que esperaba encontrar
cuando ya de por sí era una serie que había hecho saltar todas las alarmas en
mi cabeza en el peor sentido posible. Básicamente, es ese tipo de fenómeno que
empieza con un culto demasiado grande y con gente de demasiada edad como para
tratarse de una miniserie de dibujos animados repitiendo al unísono como si de
un credo se tratase lo BUENÍSIMA, BELLÍSIMA y PROFUNDÍSIMA que es la serie sin
contar detalles o sin profundizar (valga la redundancia) en ninguno de los
temas. «Pero oye, a lo mejor funciona», pensé, tonto de mí. «Te encantó Gravity Falls y la gente suele
compararla. ¿Por qué no le das un tiento?», continué neciamente. Y heme aquí.
Over the Garden Wall es la pretenciosidad hecha dibujo animado, un
intentito de «el arte por el arte» imitando los horrores animados de Hayao
Miyazaki (cuya obra de por sí ya DETESTO) mientras sus creadores intentan meter
con calzador en una serie de diez capítulos existencialismo barato, terror
psicológico del malo y personajes random para apelar gratuitamente al público
perfil demográfico del «es que los dibujos animados de hoy en día son para
adultos». Y como el que mucho abarca poco aprieta, nos encontramos con una
serie de animación normal carente de trama, plagada de relleno, personajes
odiosos y las mismas moralejas rancias y quemadas que ya hemos visto millones
de veces antes. Pero eso sí, bajo la pretensión de «subvertir». Porque si no
sabes hace nada a derechas, di que lo estás «subvirtiendo», que así quedarás
mejor, quedarás profundo, quedarás intelectual y nadie se atreverá a toserte.
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Básicamente, esta es la señal que recibo cada vez que la gente se pone en plan que no caga con estas chuminadas. |
Over the Garden Wall trata supuestamente de dos hermanos, Wirt y
Greg, que se pierden en el bosque y deben volver de camino a su casa. Sin
embargo, tras encontrarse con un misterioso leñador que les advierte de la
presencia de una bestia y tras conocer a Beatrice, un pájaro parlante,
comenzarán un descenso a la locura de aleatoriedades en la versión boscosa de
un fregadero de estilos artísticos y fantasía genérica hasta que se separan, se
unen, derrotan a la bestia y todo resulta ser un sueño. No, no voy a decir que
«de Resines» porque está el meme muy quemado.
La trama de por sí no da para
mucho y realmente podrían haber hecho algo por desarrollar el escasísimo
plantel que propone para presentar un producto que verdaderamente podría haber
sido filosófico, existencial y profundo mientras se mantienen los elementos
para que se entretengan los críos y una rica narrativa. Pero claro, en una
época en la que en términos de animación solo importa ser el nuevo George Lucas
en su época de las precuelas de Star Wars
y demostrar lo que los efectos especiales (en este caso los nuevos estilos de
dibujo y la animación) pueden hacer, no hay tiempo para eso. En su lugar
tenemos unos protagonistas planos y odiosos, un conflicto que se resuelve solo
y que apenas toca a los personajes principales y toneladas de relleno tanto
para alcanzar el número arbitrario de capítulos que debe tener la serie como de
minutos por episodio.
La serie está plagada no,
INFESTADA de auténtico relleno. Y es
algo INSULTANTE dentro de una serie de diez capítulos, pues literalmente más de
la mitad lo son. Los personajes llegan a un sitio, se ven envueltos en la
situación estrafalaria de turno, la resuelven y salen de ella de la misma forma
que se metieron sin haber aprendido nada de nada ni haber desarrollado sus
personajes ni una pizca en busca de una nueva situación estrafalaria en la que
meterse. Y todo eso sin mencionar el relleno de DENTRO de los episodios, pues
da igual si se trata de un capítulo de la trama o no, si a los guionistas no
les da para alcanzar los diez minutos que dura cada uno, tengan por seguro que
se sacarán del culo un número musical capaz de durar al menos DOS TERCIOS del
capítulo en sí. ¿No me creen? Bueno, ahí tengo los capítulos del barco de las
ranas y el de Greg en la ciudad en las nubes como pruebas.
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MUCHACHADA NUI ¡NUI! |
Y si ya fuera malo todo esto de
por sí, luego está lo PREDECIBLE que es la serie. Porque es predecible. MUY
predecible. Tanto que a partir del segundo capítulo ya cualquiera puede ver
cuál será el giro de tuerca. ¿El motivo? Que esta serie no sabe utilizar el
giro de tuerca y, como si de cualquier cosa hecha por el patán de Steven Moffat
se tratara, abusarán del elemento para meter como mínimo uno por capítulo.
Literalmente TODOS los giros de
tuerca de la serie son justo lo contrario de lo que al principio las cosas
parecen, y ya con esa pista cualquiera puede saber de qué trata de verdad la
trama de cada uno: ¿que un pueblo de hombres-calabaza obliga a trabajar a los
niños y estos encuentran dos esqueletos? ¡Es que es un pueblo de esqueletos que
se disfrazan, pero esqueletos buenos, no de los que matan! ¿Que un
multimillonario avista un fantasma en su laberíntica mansión? ¡Es que son dos
mansiones que se han solapado y vio a la dueña de la otra casa! ¿Que una joven
ha sido esclavizada por una bruja cabezona que habla todo el tiempo de un
espíritu maligno? ¡Es que la joven ES el espíritu maligno! Y así hasta el
infinito.
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Sutil. |
Todo esto, claro, sin mencionar
que cuando un giro de tuerca barato no da para resolver un asunto, siempre
podemos echar mano del buen, fácil y gratuito deus ex machina de turno. Ya de
paso, tampoco hablemos de que en tan poco tiempo acabamos tan saturados de
diferentes subtramas argumentales que hasta la propia serie parece perder la
pista de en qué trama centrarse, dando como resultado en ir cambiando de tramas
de manera superficial sin avanzar ni profundizar realmente en ninguna de ellas.
Y que nadie me venga con que «es
que son dibujos para niños» porque si una serie tiene una trama de mierda,
tiene una trama de mierda indistintamente del público. Y peor aún es esa excusa
si personas supuestamente ADULTAS la definen por su profundidad y calidad
narrativa.
Aparte de todo esto, si la
serie tuviera unos buenos personajes o los desarrollaran mínimamente a lo mejor
sería un aspecto que no estaría del todo mal. Pero no, craso error (como lo
que es esta serie) una vez más. Los personajes son ODIOSOS, de lo más
repelente que me he echado en cara desde hace mucho tiempo ya sea porque son
planos, tienen una personalidad horrible, les fuerce el guion o una mezcla de
todo al mismo tiempo. Wirt es un cínico prepotente, Greg es básicamente Bob
Esponja si fuera humano y Beatrice es una pájara (en las dos primeras definiciones que da la RAE) impertinente
mientras que el resto de personajes secundarios están para rellenar tiempo de
los capítulos con la Bestia, el supuesto villano principal de la historia, como
el caso más sangrante de todos.
De todo este asunto, lo que
pasa con Wirt es lo que más me toca las narices de esta serie, ya que Wirt es
el único personaje que actúa de forma natural y racional; es el único personaje
que parece HUMANO dentro de una situación que le sobrepasa totalmente. Y aun
así la serie constantemente tiene que humillarle y dejarle como el que nunca
tiene razón por no abrazar la locura como el resto de personajes. El guion
constantemente le ridiculiza y le deja como un cínico egoísta solo por ser una
persona racional en un mundo irracional, y la serie espera que nos pongamos en
su contra cuando él es el único que sufre y el único que está preocupado por lo
que está sucediendo a su alrededor mientras que su hermano Greg se tira los
capítulos comportándose como un retrasado mental por el «jaja ke random loool»
y Beatrice siendo una niñata impertinente que desde el principio ha estado
manipulándolos para que su trama se resuelva sola como ya viene siendo la
costumbre.
Y sin embargo, como no podía
ser de otra forma, cada uno tiene en los últimos capítulos de la serie su «evolución»
en forma de que no evolucionan nada a excepción de Wirt y él ni siquiera
aprende nada sino que cambia de parecer de la noche a la mañana sobre si salir
con la chica que le gusta o no. Greg empieza la serie siendo un tontopollas
random y termina siendo un tontopollas random mientras que Beatrice consigue lo
que quiere al final (liberar a su familia de una maldición que los había
convertido a todos en pájaros) y ni siquiera es capaz de mostrar un mínimo
respeto por su madre porque su moraleja sobre no ser una criaja impertinente se
le pasó volando y nunca mejor dicho.
Luego está la Bestia, el
supuesto villano de la serie y considerado, según la Wikia, como «uno de los
villanos más viles de Cartoon Network». Aparentemente parece que va a ser un
personaje interesante debido a que de ella solo se ve la silueta hasta
prácticamente el final y que es un personaje bienhablado y manipulador a pesar
de su horrible apariencia, habiendo conseguido acabar con las vidas de
posiblemente cientos si no miles de personas a la vez que tiene al pobre
leñador esclavizado para convertir a dichas víctimas en aceite para alimentar
la lámpara que contiene su alma. Sin embargo, en el concepto está la chicha, ya
que en la serie solo aparece escasas veces, solo interactúa dos veces con los
protagonistas y luego la crisis que presenta se resuelve sola sin necesidad de
que Greg ni Wirt hagan nada al respecto.
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OHMYGODSIPAUSASENESTEMILISEGUNDOSEVEALMONSTRUO YQUECOSAMASFEAMERCEDESESTANOCHENODUERMOBESTSERIEEVER |
Porque en eso es en lo que se
resume esta serie (y ya de paso en lo que se resume cualquier serie animada que
echan hoy en día que hace que os paséis décadas sin cagar): os ponen cuatro
elementos de «terror» y un poco de filosofía barata «adulta» y se os hace el
culo Pepsi-cola sin pararos a pensar siquiera si la serie en realidad es tan
buena como en un principio parecía. Pero claro, así es como son las críticas
del siglo XXI: mejor sonar inteligente que serlo, ya que lo primero es más fácil
y te hace parecer más único que lo segundo.
Over the Garden Wall es tan MALA que es hasta insultante que haya
quien la compare con otras series, sobre todo poniéndola al nivel de Gravity Falls. Gravity Falls, aunque contara en comparación con infinitud de
episodios, sabía dar en el clavo: el humor estaba donde se lo necesitaba, el
desarrollo de personajes estaba trabajado, los elementos de terror sabían ser
sutiles y era una serie que sabía tratar a su audiencia de forma inteligente. ¡¿En
qué momento a nadie se le ocurrió comparar ambas series?!
Coño, es que si vamos a comparar,
no nos quedemos ahí. ¡Yo también sé jugar a este juego! Aunque uno de los
puntos más débiles de Historias
Corrientes fuera su mal desarrollo de personajes, al menos sabía tratar las
relaciones entre los mismos de manera natural. Y por mucho que me repela, AL
MENOS Hora de Aventuras acabó
teniendo una historia de fondo decente y un buen desarrollo de personajes
aunque todo fuera un refugio en audacia de su creador para hacer parecer que su
serie de dos tontos haciendo tonterías en un mundo mágico tenía trasfondo y
madurez algunos.
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Algo así es la cara que se me pone ante el «como X pero con» de turno. |
Y sin embargo, tener que hacer
todas estas comparaciones absurdas y fuera de lógica me hacen sentir mal porque
en el fondo no dejan de ser absurdeces, de la misma forma que comparar Over the Garden Wall con cualquier otra
serie para hacerse el listo cuando en realidad no se sabe defender con
argumentos una serie que le gusta a uno es ridículo.
Over the Garden Wall es mala. MUY mala. Una serie infantil que
quiso ponerse zapatos de adulto jugando con elementos argumentales, temáticos y
narrativos que le vienen demasiado grandes porque carece de las nociones más
básicas para manejarlos. La animación es normalucha, los personajes son odiosos
y planos, el relleno injustificado ocupa más del setenta por ciento de toda su
duración, la música suena falta de inspiración por no ser más que una forma de
alcanzar el tiempo de duración estipulado en vez de ser una forma de enriquecer
la trama, tanto la fantasía como los estilos «novedosos» de dibujo están a
estas alturas tan trillados que parecen rozar la autoparodia e intenta dar unas
moralejas tan vacías e inexistentes que más que sentirse inspirado por el
ejemplo de los personajes lo que le dan ganas a uno es de beber un vaso de
lejía para olvidar que ha pasado por tal tormento.
Pero eh, que los cuatro copitos de nieve especiales de internet de siempre dicen que es muy profunda. ¡Será verdad y todo!
Pero eh, que los cuatro copitos de nieve especiales de internet de siempre dicen que es muy profunda. ¡Será verdad y todo!
Y lo peor de todo es que parece
mentira que para esta reseña haya necesitado unas seis páginas de Word cuando
esto es ya más esfuerzo que el que cualquiera del equipo de la serie haya
puesto a lo largo de la misma. ¡Que te den, Over the Garden Wall! ¡Me debes cien minutos de mi tiempo!