«La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos [...]. Prosperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer, pero la triste verdad que debemos afrontar es que en el gran orden de las cosas cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica».
Anton Ego, Ratatouille.
Voy
a ser conciso desde la primera línea: no me gusta el Nostalgia Critic. Al menos
ya no.
¿Significa eso que nunca me ha gustado
el Nostalgia Critic, que siempre lo he odiado, que he sido su hater desde que tengo conocimiento de su
existencia? No. En primer lugar porque, justo al contrario, yo he sido siempre
un fanático suyo desde el primer
vídeo suyo que vi allá por 2009, y en segundo
lugar porque considero que hay cosas que merecen más la pena odiar antes que a
este señor, como las prostitutas de atención que comentan en los vídeos de los
Game Grumps o la pokemafia de Smogon. ¡Sí, existe una
mafia de frikis de Pokémon!
«¿Pero entonces a qué se debe esta
primera línea, este disgusto hacia el pobre Nostalgia Critic?», me veo obligado
a preguntarme. Sí, yo a mí mismo, pues a estas alturas la mitad de la audiencia
sigue estupefacta con un «¿que al Friki Cabreado LE HA GUSTADO ALGO?» mientras
que la otra mitad ya ha abandonado la página indignada para decir por Twitter
que lo que me pasa es que soy un «poser-hater que odia todo lo que está de
moda». Nah, en realidad es
porque este blog no lo visita ni Dios y las reacciones de la audiencia tengo
que hacerlas yo también.
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El caso es que no me gusta ya el
Nostalgia Critic al ver en lo que se ha convertido, que es en una farsa de sí
mismo. Una
farsa deshonesta y tragicómica que a estas alturas poco o nada tiene que ver
con lo que en un principio fue. Pero para
poder entender hasta dónde este señor ha caído, debemos adentrarnos en su
pasado.
Douglas Darien Walker, el ex
conserje de una fábrica automovilística de
Chicago, se convirtió prácticamente de la noche a la mañana en una estrella de
los internetes gracias al éxito que la serie que había creado allá por 2007
junto con otra gente primero en Youtube y luego en la página de series online
Blip.tv en 2008. Estoy hablando, por supuesto y
si no lo habían adivinado a estas alturas es que son un pelín cortitos, del
Nostalgia Critic.
Su estilo de humor socarrón, hiriente
y sarcástico contra toda aquella película ochentera y noventera que la gran
mayoría de nosotros vio y amó de pequeños rompió todos los moldes. En poco
tiempo la figura del hombre de mediana edad cabreado con el mundo y cuya vida
estaba rota por culpa de películas nostálgicas pochas se convirtió en un estilo
de humor que pegó con fuerza. Además, la capacidad analítica de este hombre,
sus ocurrencias y su forma de llevar chistes al extremo le permitieron cementar
su posición como personalidad de internet más allá de los quince minutos de fama de turno, atrayendo a un
número cada vez mayor de otros críticos
cáusticos.
Sin embargo, al igual que con el resto
de las cosas del mundo, la fama se va acabando; y lo que antes fue innovación,
con el tiempo y el continuo uso, acaba perdiendo utilidad e impacto. Algo
imperdonable si se trabaja en la comedia.
Durante los años venideros hasta 2012, Doug
Walker crearía numerosas secciones y especiales para que no todo fuese lo
mismo. Bum
Reviews, Ask That Guy With The Glasses o That
Guy Riffs, por citar unos pocos, fueron intentos más o
menos acertados para variar el humor, pero si había una cosa que quedaba clara
era que Doug Walker era un pésimo director y guionista, cosa que quedaba cada
vez más demostrada a cada nuevo Especial de TGWTG.com que dirigía en los aniversarios
de la página: películas protagonizadas por los críticos y sus colaboradores en
las que vivían alguna loca a
la par que soporífera aventura
hasta el día en que Doug Walker decidiera oficialmente echarle el candado a su
personaje porque se sentía encasillado y quería probar cosas nuevas. Por ese
motivo siempre he dicho yo también que yo soy fan del Nostalgia Critic PERO NO
de Doug Walker.
Si alguno de ustedes, sabios lectores, tiene una ligera idea de
internet, sabrá que esa idea estaba más que condenada a fracasar… ¡y de qué
forma lo hizo!
Demo Reel, su nuevo proyecto, nació como una especie de serie que
parodiaba películas famosas protagonizada por Doug Walker y otros dos actores
semiprofesionales en un estudio propio, pero la incompetencia de Doug a la hora
de dirigir, guionizar y hacer un humor que no sea un hiriente sarcasmo hizo que
tuviera una vida de apenas ocho capítulos.
Por si esto no fuera poco, TGWTG.com llevaba
tiempo en problemas: el SpoonyGate,
el que una gran parte de los otros críticos dejaran de tener personalidad
propia y decidieran ser imitadores de la fórmula del Nostalgia Critic pero sin
gracia mientras que la otra no tenía ni la gracia ni el carisma como para tener
un éxito modesto y el hecho de que ThatGuyWithTheGlasses.com FUESE «la página del Nostalgia Critic» (¡anda,
mira, igualito que TheEscapist Magazine!) acabaron desgastando a la página hasta el punto de
estancarla.
Y como la gente del sitio prefería
vivir de las rentas que les proporcionaba su fama internetera y el
merchandising en lugar de… no sé… ¿trabajar duro en sus series para
mejorarlas?, la página estuvo a punto de irse a pique y a Doug Walker no le
quedó más remedio que volver con el rabo entre las piernas pero ahora con una
deuda enorme por parte de los estudios que estaba alquilando para grabar más
los sueldos de los actorzuelos con los que se había quedado atascado. Así nació
el nuevo Nostalgia Critic: entre el rechazo, la desgana y la falta de dinero.
La nueva serie, además, introduciría
una serie de cambios, principalmente para amortizar los estudios, que se
resumían en que se intercalarían una reseña del Nostalgia Critic y un videoblog
a modo de editorial a cada semana sobre temas que realmente no le importaban a nadie (a veces trayéndose al edmano. ZÍ, HEL EDMANO), que reseñaría ahora películas actuales a pesar de seguir conservando el «Nostalgia» en el nombre y que las reseñas introducirían una especie
de… «tramas». Y esto último fue
lo peor que pudo hacer.
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Los cuatro únicos registros faciales de Doug Walker tras su regreso: estreñido, cara-pato, enseñando los dientes y la Dreamworks face. Se nota dónde está el dinero. |
El nuevo Nostalgia Critic no tardó en
pasar a convertirse en una especie de hipster, un genio petulante con pretenciosas ínfulas de superioridad profundos conocimientos del cine que
argumentaba más que se enfadaba o era sarcástico, ácido o crítico en lugar de
seguir siendo aquel niño grande amargado por cosas insignificantes. El cambio
no me agradó pero le seguí dando oportunidades semana tras semana debido a que
se notaba un esfuerzo en buscar una nueva personalidad y porque realmente no puedo criticar el cambio por el cambio, sobre todo si era el Nostalgia Critic pero, en teoría, con más medios para hacer mejores reseñas. El problema vino, como
ya digo, a la hora de meter una trama en cada episodio.
A
partir de ese momento, cada reseña se vería interrumpida por largos sketches, muchos de ellos
convirtiéndose en una trama de gente que odia personalmente a Doug por sus opiniones o vive obsesionada con él
de una forma u otra. El Nostalgia Critic añadiría a su vergonzosa lista de
nuevos «rasgos personales» el ser un Gary
Stu que es tan listo, tan profundo y tan inteligente que lejos de
ser un don sería una maldición porque se granjea los odios de todo tipo de fandoms y de gente que no comparte sus
mismas opiniones, una especie de genio incomprendido al que detestan porque
nadie más en el mundo es tan profundo ni racional como él mientras le persigue
un villano de paja. Como ven, una bonita forma de darle una mayor profundidad a tu
personaje mear contra el
viento.
Empezando por lo básico de estas
ideas, las tramas en sí eran interrupciones de los episodios más largas que los propios
sketches, pues las reseñas se paraban en seco para mostrar a un Nostalgia
Critic manso y dialogante siendo víctima del acoso del psicópata de turno hasta
que el primero lograba convencer a su perseguidor de lo fútil que es
obsesionarse por este tipo de cosas hasta que le dejaba en paz. O sea, justo
todo lo que el primer Nostalgia Critic JAMÁS haría, pues era una persona
cabreada, irascible y más propensa a la violencia por venganza que a un diálogo
forzado en el que el señor Walker presume de conocimientos cinematográficos y
aspira a ser el nuevo Roger
Ebert pero sin la personalidad de este.
Los nuevos episodios trataban cada vez menos de las películas y más en los sketches. Las críticas dejaron de ser un fin en sí mismo y se convirtieron en un medio para hacer el tonto delante de una cámara durante más de la mitad del metraje. Doug Walker ya no critica, simplemente nos desliza cachos de los guiones que tenía para Demo Reel con la esperanza de que no nos demos cuenta.
Los nuevos episodios trataban cada vez menos de las películas y más en los sketches. Las críticas dejaron de ser un fin en sí mismo y se convirtieron en un medio para hacer el tonto delante de una cámara durante más de la mitad del metraje. Doug Walker ya no critica, simplemente nos desliza cachos de los guiones que tenía para Demo Reel con la esperanza de que no nos demos cuenta.
Aparte de esto, lo malo no es ya el
concepto de estas tramas, sino que las parodias de los fandoms pasaron de ser
eso, parodias, a una desagradable burla cargada de desprecio y condescendencia
hacia todo aquel que no estuviera de acuerdo con él. La sal en la herida se
encuentra además en que para mofarse de los trolls de internet y de todo aquel
que se tomaba cualquier chuminada en serio Doug Walker había creado el
personaje de Douchey McNitpick, un friki granujiento que vive en el sótano de
sus padres y que solo vive para quejarse por internet pero que a pesar del
concepto era una parodia graciosa. A día de hoy Douchey ya no existe, pues ha
sido sustituido por una loca del coño de Tumblr, fanáticas de Catwoman o una suerte de Agente Smith
que aparentemente no tiene nada mejor que hacer que querer lavarle el cerebro al
Nostalgia Critic porque al parecer no le gustan las películas de Matrix…
¿Quieren saber lo peor? Que lo peor
empieza AHORA: no contento con cagarse en toda aquella gente que potencialmente
podría estar en desacuerdo con él mediante una elaborada falacia ad
hominem, el bueno de Doug daría otra
vuelta de tuerca y empezaría a criticar películas queridas sin motivo alguno
más allá de despertar ese sentimiento de ser un «canallita» y un «transgresor»
incluso si realmente no tenía nada que criticar. ¿Cuál es la diferencia con su reencarnación anterior que, en teoría, hacía lo mismo que él? Que el Nostalgia Critic original directamente lo hacía, atacaba la película con toda su bilis, humor negro y sarcasmo, dejando críticas hilarantes y acidez por el camino, o sea, criticaba CON ARGUMENTO Y CON MOTIVOS RAZONADOS mientras que ahora el quid de criticar radica en el acto de anunciarlo, en prometer que temblará la tierra y se abrirán los cielos cuando hable de una película nostálgica famosa para luego no decir nada en la reseña per se. Puntos extra si al final de la pseudorreseña da alguna opinión mansa, neutral o positiva de la película en cuestión.
Su primer gran intento fue la reseña de la primera película de Jurassic Park, en la que prometía ser polémico pero al final no se quedó más en
reciclar chistes sobre lo mal que actúa Jeff Goldblum, comentar la película sin
suspender su incredulidad («¡un parque en el que se clonan dinosaurios! ¡Eso es imposible!») o detectar gazapos (imaginen: ¡Jurassic Park tiene gazapos! ¡Lo nunca visto! Ya
podemos eliminar todo su legado, este señor ha detectado cuatro gazapos y por
ende esta película es una mierda). Obviamente fracasó.
¿Qué hizo después al ver que, pasado
un tiempo, las visitas descendían una vez más? Empezar 2015 prometiendo que se cagaría poco menos en las películas de Matrix… para que toda la bilis que juró que iba a soltar sobre la
primera de la trilogía no fuese más que burlarse de que el verdadero nombre de
Neo es Thomas y cuestionar elementos de la película que esta misma explica
varias veces y que podría haber pillado si no hubiera estado más pendiente en
sacarle defectos con calzador para terminar la crítica a la saga entera con un
«meh, a mí no me gusta pero a mucha gente así, por lo que es una buena saga». Y miren que podría haberle sacado multitud de fallos, porque yo hasta
tengo una lista de ellos, pero eh, al parecer basta solo con que hablen de uno…
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«¿El protagonista de Matrix en realidad se llama Tom? ¡Qué ridículo nombre para un salvador! ¡Porque todos sabemos que no existen personajes importantes con nombres genéricos…!». |
Porque esa es otra: olvídense ya de
que las reseñas terminen en una reflexión acorde a su experiencia al ver la
película que critica o los comentarios negativos emite sobre ella, pues tener
gustos consecuentes con tus opiniones no es bueno para el negocio, no vaya a
ser que se ofenda la gente a
pesar de que nos burlamos de ella si opina lo contrario que nosotros. Es
mejor contradecir toda tu reseña mediante una reflexión final lo más neutral
posible utilizando a poder ser comentarios vacíos que llenan la boca pero que
no significan nada. Hablar siempre mal de una película para terminar diciendo que no es tan mala o deshacerse en halagos. La coherencia ahí A TOPE.
Pero eh, el sistema parece ser que
funciona. Al menos les ha permitido migrar contenidos de una página llamada como el personaje
principal de su web a otra en cuyo banner solo
representan a los personajes de esa misma persona «porque no querían que la página representara a un único
personaje» y a cada uno hacer sus propias películas siguiendo la estela del desfalco perpetrado por el Angry Video
Game Nerd con la suya propia, porque a estas
alturas el barco está empezando a hundirse y es hora de coger el dinero y
correr. Pero si vamos a hablar de desfalcos y de cómo Channel Awesome (la empresa a la que pertenece TGWTG.com) hace las cosas, dejaré que dos miembros históricos de la página hablen de ello. ¡Parecía tonto el señor Walker...!
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Ahora Channel Awesome no representa a un solo personaje sino a MULTITUD de otros personajes. Todos de Doug Walker y su grupo, sí, pero personajes al fin y al cabo. |
Sin embargo, confieso que esto no es
nuevo para mí, pues hace ya tiempo que llegué a la conclusión de que por muy
glamuroso que haya sido el pasado de esta página, y en especial el meteórico
ascenso de Doug Walker a la fama, esta gente no deja de ser una pandilla de
mataos de internet, de gente que vive de los brodólares que les proporcionan
sus vídeos porque en su mayoría no valen para nada. Y OJO, siempre, repito,
SIEMPRE será infinitamente mejor un Nostalgia Critic, un Linkara o un Spoony
que un Jpelirrojo, un Rubius o un Dalas Azahar, pero el nivel al que se han
rebajado para esto (excluyendo de la ecuación al propio Linkara por ser el
único creador de contenido de aquí que es honesto con todo este asunto y el
único que sinceramente ha trabajado para mejorar su serie) es precisamente el mismo que los youtubers de pacotilla aquí mencionados.
No me malinterpreten, a mí me da
igual cómo sea en detrás de las cámaras el actor detrás de un personaje porque
a mí lo que me interesa es eso, el personaje. Pero lo que sí es cierto es que
si la persona que hay detrás ha perdido el norte y el programa ya no es ni la
sombra de lo que era, cada vez iré perdiendo el interés hasta que acabe por no
gustarme o directamente odiarlo, que es lo que ha
pasado.
Pero, ¿por qué debería importarme lo que
haga este señor? ¿Por qué dedicarle una entrada a él específicamente cuando a
día de hoy raro es el famoso de los internetes que no viva de las rentas o
quiera hacer su propia película (pagada por los fans, eso sí)? Pues realmente
me importa, sí, porque tengo una historia personal con este individuo,
específicamente porque me ayudó mucho en mi vida, porque fue el primer personaje
que me hizo reír de verdad desde siempre.
Y sí, amigos, si me permiten que me
ponga un momento sentimental (que, tranquilos, no durará mucho), les contaré que
debido a una serie de continuas circunstancias personales me tocó ser una
persona reservada y taciturna a la que apenas le hacía gracia nada y que apenas
podía tener una conversación normal con nadie, aunque esto último también
era porque estaba rodeado de gilipollas tanto en el colegio como en el
instituto y sobre todo en mi facultad, Y CLARO…
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«¡¿QUE EL FRIKI |
Sin embargo, fue ver un vídeo de este
señor totalmente de casualidad y me reí. Me reí mucho. No, me reí mucho y de
forma sincera. Entonces vi otro, y otro… así hasta acabar descubriendo ThatGuyWithTheGlasses.com y otros críticos de su talla. A todo esto, sí, soy consciente de
que a estas alturas parece el típico discurso sectario, la típica cosa que una
belieber/directioner/etcéterer diría, pero no me importa por algo que diré
dentro de dos párrafos.
El caso es que este hombre me
descubrió EL HUMOR, y justo uno que se acomodaba a mi personalidad: el
sarcasmo, la chispa, la creatividad a la hora de hacer chistes, la irreverencia
y la acidez en la parodia. Otros habrían llegado antes, y de hecho lo que hace este hombre no
es para nada nuevo, pero el Nostalgia Critic fue
quien mejor lo hizo. Y además, gracias a ello, a que había pegado un giro de
ciento ochenta grados en mi forma de ser, no solo conseguí conocer a muy buena
gente (y a otra no tan buena)
sino que además logré basar mi vida en lo que viene siendo el humor y la
crítica ácida, una de las razones por las que hice este blog recientemente. Por estas cosas estoy agradecido, la verdad que esté por delante.
Sin embargo, al mismo tiempo, algo hice
bien, pues a pesar de haber sido tan FAN, incluso admito que FANPESAO, jamás
perdí mi criterio siguiendo la carrera de este señor, siendo consciente tanto
de lo bueno como de lo malo. Y cuando este señor dijo que tiraba la toalla con
el Nostalgia Critic, yo ni lloré ni me enfadé, ni pataleé como hizo mucha gente...
Le deseé lo mejor del mundo y seguí con mi vida como si nada hubiera pasado.
Pero ahora que ha regresado en forma de
estafa, en forma de carta de odio, de cansinismo y condescendencia con el
objetivo de pillar todo el dinero posible para no tener que volver a trabajar
(aunque claro, tras su numerito al dimitir de su empresa, quién en su sano
juicio le iba a contratar otra vez) y desaparecer, después de haberle dado cientos de oportunidades a la espera en vano de una mejora de sus contenidos, es cuando yo me alzo y lo
digo: no me gusta el Nostalgia Critic.
No me gusta el Nostalgia Critic porque
ya no es gracioso.
No me gusta el Nostalgia Critic porque ya no
argumenta.
No me gusta el Nostalgia Critic porque lo he
superado.
No me gusta el Nostalgia Critic porque no me gustan los estafadores.
No me
gusta el Nostalgia Critic porque me aburre.
No me gusta el Nostalgia Critic porque ya no
tiene nada más que hacer.
No me gusta el Nostalgia Critic porque ya no
tiene nada más que decir.
Era el Nostalgia Critic: él lo
recordaba para que nosotros no tuviéramos que hacerlo. Pero ahora, ¿quién le
recordará a él?
El critico es el mismo, lo hayas visto o no, te lo haya mostrado el o no. Su intención es evolucionar como tu mismo lo hiciste después de descubrir sus reseñas. Y a veces sale mal; entonces porque no apoyarlo en su momento oscuro justo como el lo hizo -a su manera, sin saberlo- contigo?.Odiarlo? Sentirse traicionado porque es imperfecto?. Vamos amigo, sigue tu camino y guarda ya ese ejemplar de El guardián en el centeno. Saludos.
ResponderEliminarPero amigo, ¿cómo quieres que guarde ya mi ejemplar de El Guardián entre el Centeno su aún no he atentado contra Reagan?
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