sábado, 12 de marzo de 2016

Digimon Adventure Tri 2: fanservice, fanservice Y MÁS FANSERVICE.

«—¡Dios mío, han matado a Kenny!
—¡Hijos de puta!».
Stan Marsh y Kyle Broflovski, South Park.

   De nuevo la «espera» vuelve a tocar a su fin, y tras seis meses sin saber nada de ello regresa la segunda parte de Digimon Adventure Tri, la OVA a modo de secuela de las dos primeras temporadas de la franquicia Digimon (las buenas, vamos).

   Tras una sentida pero al mismo tiempo bochornosa primera parte de la que ya hablé en este insigne blog (entrada que recomiendo leer para que no pierdan comba del asunto), Digimon Adventure Tri vuelve a la carga con Toei habiendo reducido el tiempo de espera arbitrario de un año entero a unos seis meses. Y quién sabe, a lo mejor la siguiente vez tenemos suerte y emiten la tercera parte de aquí a unos tres meses. ¡O a uno! ¿Se imaginan qué locura? ¡Porque no podemos tener una serie que emitan de seguido semanalmente como las personas normales! Obviamente porque nadie en su sano juicio, y repito, EN SU SANO JUICIO, va a esperar un año entero a que echen cuatro capítulos más de una serie, sobre todo cuando ya está terminada y han tenido dieciséis años para planificarla y emitirla.


Ejemplo de persona que NO está en su sano juicio.


   Pero a lo que íbamos. Como bien recordarán, y de nuevo dejo enlace a la primera parte para que no sean ustedes unos cafres y se quejen de no saber de qué hablo, Digimon Adventure Tri trataba de la vuelta de uno Niños Elegidos originales ya creciditos y con unas vidas llenas de obligaciones y quehaceres al asunto de salvar la Tierra y el Mundo Digimon de la amenaza de marras, esta vez en anomalías espaciotemporales que soltaban digimons infectados de algo que les enloquece a la par que les vuelve más fuertes (o como yo lo llamo, «excusa para meter a los bichos más nostálgicos de la serie con una justificación para que los digimon de los Niños Elegidos tengan problemas para luchar contra ellos aun habiendo alcanzado el poder máximo y ya de paso no tener que idear más monstruitos»).

   La serie se centra principalmente en explorar los temas de la madurez y el crecimiento, de cómo estos chicos han dejado de ser niños y ahora están entrando en la edad adulta, por lo que a la hora de proteger el mundo se genera el mayor de sus conflictos al tener que decidir entre esto e interrumpir sus vidas llenas de compromisos. Irónicamente, este toque adulto dirigido precisamente a los fans que hemos crecido con la serie es uno de sus puntos más fuertes porque otorga una tridimensionalidad  a los personajes nunca vista en la serie hasta ahora, dotándolos de una mayor profundidad más allá de los arquetipos manganimescos de los que partieron en un principio.

   Por desgracia, este también es su punto más débil, pues son japoneses los que están a cargo de estas temáticas y en demasiadas ocasiones Japón nos ha demostrado que no tiene ni idea de cómo tratar personajes que no sean estereotipos ni temas de una forma realista, así que cuando los Niños Elegidos entran en un conflicto personal o de intereses con otros, en vez de hablar las cosas como las personas normales se enfurruñarán, se deprimirán o directamente llegarán a los puños para volver con el rabo entre las piernas al día siguiente. ¿Lo peor del asunto? Que la tendencia continúa en este fascículo también, así que vayan vacunándose contra la vergüencita ajena y el dramita inexistente.

Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate.


   La segunda parte nos presenta formalmente a dos personajes que aparecieron de refilón en la primera: una chica llamada Meiko que se revela que es una Niña Elegida y su compañera digimon Meicoomon.

   Meiko es un personaje odioso que solo se compone de un único arquetipo muy molesto en una serie que trata, irónicamente, de crear una personalidad completa a sus protagonistas: es el estereotipo de chica monjil y con gafas que siempre se disculpa por todo y que es incapaz de decir dos palabras seguidas sin morirse de la vergüenza. Vamos, un auténtico felpudo. Y Meicoomon no es más que otro token gatuno, una suerte de Gatomon infantiloide para ahorrarle la indignidad a la propia Gatomon de convertirse en algo que no es.

   Meiko y Meicoomon (a partir de ahora M&M) viven vigiladas en todo momento por los dos agentes del gobierno que ayudaron a los Niños Elegidos a reunirse con sus compañeros digimon en la primera parte y que ahora por ello intentan ser personajes en esta OVA, pero son tan sosos y aburridos y su historia a lo Pimpinela de «ni contigo ni sin ti» me interesa tan poco que si me preguntaran por sus nombres diría que se llaman Nilosé y Nimeimporta.

   El caso es que M&M andan siempre monitorizadas por Nilosé y Nimeimporta, casi como si fuera en régimen de testigos protegidos. Pero al ver que se llevan bien con los Niños Elegidos, deciden permitir que estas se vayan por ahí con ellos, y aquí empieza una tanda de cuatro capítulos que perfectamente puede resumirse en una palabra de cuatro sílabas: RE-LLE-NU-TO.

Aquí los únicos M&M's con más personalidad que verán ustedes en este blog.


   El primer episodio abre con Ogremon infectado luchando con Leomon en la Ciudad del Comienzo rodeados de digihuevos rotos aparentemente por el primero. Durante el combate Ogremon consigue herir a Leomon y huir, pero este no se detiene y le persigue. Todo esto mientras la siniestra presencia de Digimon Emperador (SÍ, EL PUTO DIGIMON EMPERADOR) observa complacido.

   Apenas ha pasado un minuto y esta segunda parte ha empezado de una forma extremadamente potente: dos históricos de la serie luchando en un ambiente inocente corrompido de maldad; Ogremon, que acabó siendo un aliado de los Niños Elegidos, ha sido infectado; el valiente Leomon podría acabar igual y sin embargo no se rinde en su intento de detenerle, y todo esto ante la presencia de uno de los villanos más memorables de toda la franquicia y al que ya todos considerábamos desaparecido. Un principio INMEJORABLE que carga las pilas y promete un segundo cuarteto cargado de intrigas y acción.

   ¿Y cuál es la mejor forma de seguir un capítulo que ha abierto de una forma tan magnífica? Hacer que los Niños elegidos pasen un día en unos baños termales.

   ¡SÍ, COMO LO LEEN!

   Lo único interesante que ocurre en este episodio es, LITERALMENTE, el primer minuto. Todo lo demás que ocurre es un miserable capítulo de relleno en el que no pasa absolutamente nada: no hay combates, no hay avance en la trama, no hay desarrollo de los personajes… Son los Niños Elegidos pasando el día en una termas acompañados de las PETARDAS de M&M y bajo la vigilancia de Nilosé y Nimeimporta. ¡Pero eh, al menos podemos meter a Matt y a Tai juntitos en una sauna a salvo de toda mirada indiscreta! ¡Porque aún seguimos con la bromita de hacerles gays para que los otakus tengan algo con lo que pajearse!

   Y es que si de algo sirve esta segunda parte es para hacer un juego de beber que consista en pegar un trago cada vez que Matt y Tai tienen momentos íntimos a solas o las cosas que se digan entre ellos puedan sacarse fuera de su contexto para tener significados sexuales. Y no bromeo. Porque si en la primera parte teníamos a ambos personajes desprendiendo hormonas el uno para el otro, aquí lo raro es no verlos buscando un momento para forzar una relación que ha salido completamente de la nada porque a los guionistas japoneses de turno les picaba la entrepierna ese día.

   Todo esto sin mencionar la desfachatez que es dividir por fragmentos una serie para emitirla en periodos arbitrarios de tiempo (incluso he oído que en Japón estos bloques están reconvertidos EN PELÍCULAS para que la gente vaya a verlos al cine; pagando, por supuesto) y encima metan capítulos de auténtico relleno. Y es que de esto se componen literalmente tres cuartos de esta tanda: relleno, relleno, relleno y trama, y aun así el que tiene trama tiene sus buenas dosis de relleno también.

A partir de aquí... Bueno, ya saben como continúa.


   Y como no pasa nada destacable en este capítulo, paso al siguiente. Aquí las cosas se ponen medianamente interesantes porque nos presentan formalmente los conflictos de Mimí y Joe. ¿Recuerdan cuando en la primera parte se centraron en el conflicto entre Tai y Matt de salir del armario si luchar o no y las consecuencias que traería? Pues al parecer, cada bloque de capítulos nos traerá un conflicto para centrarse en el desarrollo de otros dos personajes, lo cual me parece una idea estupenda, ya que de esta forma también se enlaza con la trama que cada tanda tenga en su momento.

   Aquí, Mimí planea montar una cafetería estilo Hooters (mejor no pregunten) para el festival escolar y necesita la ayuda de la inútil de Meiko para el diseño de los trajes. El qué habrá visto en la petarda esta para que le eche una mano es algo que ni yo puedo entender pero en ese momento Ogremon aparece y ataca a las chicas, que reciben órdenes de esconderse y esperar a que lleguen refuerzos. Sin embargo, la impulsividad de Mimí hace Togemon derribe sin querer a un helicóptero de televisión que estaba grabando el evento, aumentando la psicosis colectiva de la sociedad contra los digimon y dejando a la joven en mal lugar tanto con sus compañeros como en el instituto cuando se enteran de que esta está implicada de alguna forma en la invasión.

   Por su parte, Joe sigue enfrascado en sus estudios, matándose por conseguir las mejores notas posibles y sacrificando su tiempo para luchar contra la invasión y hasta para estar con su compañero Gomamon. De hecho, conforme avanza su arco argumental, podremos ver cómo la presencia de este tortura al estudiante a modo de un recordatorio que desea olvidar, y tanto es así que Gomamon, dolido por los continuos rechazos de Joe, le abandona, mientras que este acaba destrozado al seguir sin saber qué sacrificar, si los responsabilidades o sus amigos, maldiciendo incluso el ser un Niño Elegido.

   Y ESTE es un momento poderoso. Porque Joe realmente nunca ha sido un personaje carismático o importante, sino que más bien ha sido más de relleno y un apoyo a la hora de combatir, por lo que es normal que precisamente sea él quien tenga estos sentimientos, pero es que además como personaje él siempre ha estado muy centrado en sus estudios, así que este conflicto le queda como un guante y reitera la temática sobre la madurez de Tri.

Luego volvemos a tener cosas como esta.

  
   Por último, Seanbeanmon Leomon aparece para advertir a los Niños Elegidos del desastre que está ocurriendo en el Mundo Digital y se queda con ellos para idear un plan, revelando que lo que primero que apareció fue la infección y después las anomalías, de modo que las segundas son consecuencia de la primera y con esto acaba el resumen de un segundo capítulo con bastante trama pero muy afectado por el relleno y el fanservice.

   El tercer episodio no deja de ser relleno absurdo salpicado con gotitas de trama para hacer ver como que ha habido un trabajo detrás. Básicamente, Izzy recibe un mensaje misterioso en código del Mundo Digital sobre obtener poder y la oscuridad y empieza a investigar a la vez que Nilosé y Nimeimporta reciben un aviso de que próximamente se abrirá otra anomalía.

   ¿El resto del episodio? Mimí hace frente a su crisis personal y decide que la mejor forma de afrontar la egolatría es seguir comportándose como una ególatra, así que a pesar de que el consejo estudiantil del instituto desaprobara la decisión de esta de abrir una cafetería calenturienta, ella lo hace igual. ¡Con dos cojones! Ah, y se lleva al felpudo con gafas para hacer el tonto y eso.

   Lo único salvable son las esporádicas apariciones de Digimon Emperador espiando a los protagonistas desde la sombra y…



   … que se abre por fin otra brecha dimensional, dando pie ya por fin al último capítulo.

   Es aquí cuando verdaderamente las cosas se ponen tensas y verdaderamente interesantes: de la brecha aparece Digimon Emperador y secuestra a Meicoomon. Palmon y Gomamon se adentran en la anomalía para salvarla pero se dan cuenta de que sus compañeros humanos no pueden introducirse, por lo que Leomon decide entrar también para proteger a ambos digimons, que en sus fases infantiles están prácticamente indefensos. Ya en el vacío oscuro, Digimon Emperador invoca a Imperialdramon, el digimon definitivo del grupo de 02 para masacrar a los tres intrusos, que poco pueden hacer contra la bestia, a la vez que Leomon empieza a sucumbir a la infección.

   Kari decide que ya es suficiente y se enfrenta a Joe, para que a ver a Gomamon porque está en peligro y manifestándole que si estaba buscando una razón para luchar, esta es su respuesta. El chico no se lo piensa dos veces y acude a la ayuda de compañero admitiendo su falta de pragmatismo, lo que permite a Gomamon megaevolucionar (recordatorio amistoso de que este término es originario de Digimon, no de Pokémon) en Vikemon, su forma suprema, a la vez que Mimí empaña el momento con el tema del egocentrismo para sacarse una excusa con la que Palmon megaevolucione a Rosemon.

   Los dos hipercampeones derrotan a Imperialdramon y Digimon Emperador huye dejando marchar a Meicoomon. Leomon resiste la infección y saca del vacío a Meicoomon, pero de repente esta enloquece, se transforma y mata a su salvador, huyendo por la anomalía antes de que se cerrase del todo. Niños elegidos y público se quedan boquiabiertos y el capítulo termina con Nimeimporta lanzando la hipótesis de que Meicoomon es la causante de la infección.

Murió como vivió: como un spoiler andante.


   Por lo general, y a pesar del relleno, la segunda parte de Digimon Adventure Tri presenta una ligera mejoría con respecto a la primera, que a fin de cuentas no deja de ser un prólogo a lo que estaba por llegar. Aquí conseguimos adentrarnos un poco más en la historia y por fin podemos ver qué ha sucedido con los protagonistas de 02 después de que hubieran sido derrotados al principio de la primera parte, con sus digimons y Ken Ichijouji infectados (recordemos que el segundo nunca pudo quitarse las semillas de oscuridad y que estas no dejan de ser los fragmentos de otro digimon).

   Los conflictos personales de Joe y Mimí están bastante mejor llevados que los de Tai y Matt al menos porque aquí no consiguen llegar a las manos por tonterías, aunque de los dos del presente bloque prefiero infinitamente más el de Joe al ser el más realista y complejo, pues el de Mimí no deja de ser que tiene problemas por «ser Mimí» y se soluciona el asunto «siendo Mimí», vamos LO QUE LLEVA OCURRIENDO DESDE LA SERIE ORIGINAL

   La aparición de Nilosé y Nimeimporta es más grande que en la vez anterior y su conversión en personajes casi principales y conocimiento del Mundo Digimon da a entender que ellos mismos hayan sido en su día Niños Elegidos (y de hecho, en  Adventure se dejó en el aire que antes que los que conocemos hubo una generación anterior), pero al ser unos personajes tan extremadamente sosos se convierten en lo más olvidable de la serie por el momento.

   De momento, y yendo la serie como va, no recomendaría ponerse al día con ella y esperar al tercer bloque, ya que el rellenuto, el fanservice descarado, el intento de meter a calzador una relación entre Matt y Tai, y los personajes HORRENDOS como son los dos agentes o M&M’s hacen que esta se convierta en una experiencia igual de vacía que la del primer bloque. Es decir, la serie completa puede que sea más que la suma de sus partes, pero de momento dichas partes no tienen valor por sí mismo hasta que lleguen a unirse o, directamente, tengan algo que contar, pues narrar es mucho más que lanzar elementos sueltos de la trama como si se disparase una escopeta de perdigones.

   ACTUALIZACIÓN: ya está disponible la reseña de la tercera OVA de Digimon Adventure Tri. Si desean leerla, no tienen más que seguir este enlace.

 ACTUALIZACIÓN 2: ya está disponible la reseña de la cuarta OVA de Digimon Adventure Tri. Si desean leerla, no tienen más que seguir este otro enlace.

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