sábado, 28 de febrero de 2015

Vídeo reseña: Ley y Orden - Juego de Intimidación.


«En realidad trata sobre el Periodismo de los videojuegos».
Meme de internet.

   Una semana más tras mi última entrada y dos más de retraso con respecto a cuando el tema que voy a tratar fue relevante (¡gracias, Youtube!), traigo a mi blog una vídeo reseña que originariamente iba a estar en mi canal de Youtube junto con otras críticas que hice pero que al final no pudo ser porque esta es la España que quiere Podemos y lo tuve que poner en Vimeo, así que MIL PELDONES.

   Sin más dilación, aquí traigo mi reseña en vídeo sobre el infame capítulo de Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales llamado Juego de Intimidación, que trata, cómo no, sobre los jueguines.


Eric Wiseman: Ley y Orden - Juego de Intimidación. from Julio on Vimeo.

sábado, 21 de febrero de 2015

Ay, Nostalgia Critic, quién te ha visto... Y QUIÉN TE VE.

«La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos [...]. Prosperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer, pero la triste verdad que debemos afrontar es que en el gran orden de las cosas cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica».
Anton Ego, Ratatouille.

   Voy a ser conciso desde la primera línea: no me gusta el Nostalgia Critic. Al menos ya no.

   ¿Significa eso que nunca me ha gustado el Nostalgia Critic, que siempre lo he odiado, que he sido su hater desde que tengo conocimiento de su existencia? No. En primer lugar porque, justo al contrario, yo he sido siempre un fanático suyo desde el primer vídeo suyo que vi allá por 2009, y en segundo lugar porque considero que hay cosas que merecen más la pena odiar antes que a este señor, como las prostitutas de atención que comentan en los vídeos de los Game Grumps o la pokemafia de Smogon. ¡Sí, existe una mafia de frikis de Pokémon!

   «¿Pero entonces a qué se debe esta primera línea, este disgusto hacia el pobre Nostalgia Critic?», me veo obligado a preguntarme. Sí, yo a mí mismo, pues a estas alturas la mitad de la audiencia sigue estupefacta con un «¿que al Friki Cabreado LE HA GUSTADO ALGO?» mientras que la otra mitad ya ha abandonado la página indignada para decir por Twitter que lo que me pasa es que soy un «poser-hater que odia todo lo que está de moda». Nah, en realidad es porque este blog no lo visita ni Dios y las reacciones de la audiencia tengo que hacerlas yo también.


   El caso es que no me gusta ya el Nostalgia Critic al ver en lo que se ha convertido, que es en una farsa de sí mismo. Una farsa deshonesta y tragicómica que a estas alturas poco o nada tiene que ver con lo que en un principio fue. Pero para poder entender hasta dónde este señor ha caído, debemos adentrarnos en su pasado.

   Douglas Darien Walker, el ex conserje de una fábrica automovilística de Chicago, se convirtió prácticamente de la noche a la mañana en una estrella de los internetes gracias al éxito que la serie que había creado allá por 2007 junto con otra gente primero en Youtube y luego en la página de series online Blip.tv en 2008. Estoy hablando, por supuesto y si no lo habían adivinado a estas alturas es que son un pelín cortitos, del Nostalgia Critic.

   Su estilo de humor socarrón, hiriente y sarcástico contra toda aquella película ochentera y noventera que la gran mayoría de nosotros vio y amó de pequeños rompió todos los moldes. En poco tiempo la figura del hombre de mediana edad cabreado con el mundo y cuya vida estaba rota por culpa de películas nostálgicas pochas se convirtió en un estilo de humor que pegó con fuerza. Además, la capacidad analítica de este hombre, sus ocurrencias y su forma de llevar chistes al extremo le permitieron cementar su posición como personalidad de internet más allá de los quince minutos de fama de turno, atrayendo a un número cada vez mayor de otros críticos cáusticos.
  
   Sin embargo, al igual que con el resto de las cosas del mundo, la fama se va acabando; y lo que antes fue innovación, con el tiempo y el continuo uso, acaba perdiendo utilidad e impacto. Algo imperdonable si se trabaja en la comedia.

   Durante los años venideros hasta 2012, Doug Walker crearía numerosas secciones y especiales para que no todo fuese lo mismo. Bum Reviews, Ask That Guy With The Glasses o That Guy Riffs, por citar unos pocos, fueron intentos más o menos acertados para variar el humor, pero si había una cosa que quedaba clara era que Doug Walker era un pésimo director y guionista, cosa que quedaba cada vez más demostrada a cada nuevo Especial de TGWTG.com que dirigía en los aniversarios de la página: películas protagonizadas por los críticos y sus colaboradores en las que vivían alguna loca a la par que soporífera aventura hasta el día en que Doug Walker decidiera oficialmente echarle el candado a su personaje porque se sentía encasillado y quería probar cosas nuevas. Por ese motivo siempre he dicho yo también que yo soy fan del Nostalgia Critic PERO NO de Doug Walker.

   Si alguno de ustedes, sabios lectores, tiene una ligera idea de internet, sabrá que esa idea estaba más que condenada a fracasar… ¡y de qué forma lo hizo!



   Demo Reel, su nuevo proyecto, nació como una especie de serie que parodiaba películas famosas protagonizada por Doug Walker y otros dos actores semiprofesionales en un estudio propio, pero la incompetencia de Doug a la hora de dirigir, guionizar y hacer un humor que no sea un hiriente sarcasmo hizo que tuviera una vida de apenas ocho capítulos.

   Por si esto no fuera poco, TGWTG.com llevaba tiempo en problemas: el SpoonyGate, el que una gran parte de los otros críticos dejaran de tener personalidad propia y decidieran ser imitadores de la fórmula del Nostalgia Critic pero sin gracia mientras que la otra no tenía ni la gracia ni el carisma como para tener un éxito modesto y el hecho de que ThatGuyWithTheGlasses.com FUESE «la página del Nostalgia Critic» (¡anda, mira, igualito que TheEscapist Magazine!) acabaron desgastando a la página hasta el punto de estancarla.

   Y como la gente del sitio prefería vivir de las rentas que les proporcionaba su fama internetera y el merchandising en lugar de… no sé… ¿trabajar duro en sus series para mejorarlas?, la página estuvo a punto de irse a pique y a Doug Walker no le quedó más remedio que volver con el rabo entre las piernas pero ahora con una deuda enorme por parte de los estudios que estaba alquilando para grabar más los sueldos de los actorzuelos con los que se había quedado atascado. Así nació el nuevo Nostalgia Critic: entre el rechazo, la desgana y la falta de dinero.

   La nueva serie, además, introduciría una serie de cambios, principalmente para amortizar los estudios, que se resumían en que se intercalarían una reseña del Nostalgia Critic y un videoblog a modo de editorial a cada semana sobre temas que realmente no le importaban a nadie (a veces trayéndose al edmano. ZÍ, HEL EDMANO), que reseñaría ahora películas actuales a pesar de seguir conservando el «Nostalgia» en el nombre y que las reseñas introducirían una especie de… «tramas». Y esto último fue lo peor que pudo hacer.


Los cuatro únicos registros faciales de Doug Walker tras su regreso: estreñido, cara-pato, enseñando los dientes y la Dreamworks face. Se nota dónde está el dinero.

   El nuevo Nostalgia Critic no tardó en pasar a convertirse en una especie de hipster, un genio petulante con pretenciosas ínfulas de superioridad profundos conocimientos del cine que argumentaba más que se enfadaba o era sarcástico, ácido o crítico en lugar de seguir siendo aquel niño grande amargado por cosas insignificantes. El cambio no me agradó pero le seguí dando oportunidades semana tras semana debido a que se notaba un esfuerzo en buscar una nueva personalidad y porque realmente no puedo criticar el cambio por el cambio, sobre todo si era el Nostalgia Critic pero, en teoría, con más medios para hacer mejores reseñas. El problema vino, como ya digo, a la hora de meter una trama en cada episodio.

   A partir de ese momento, cada reseña se vería interrumpida por largos sketches, muchos de ellos convirtiéndose en una trama de gente que odia personalmente a Doug por sus opiniones o vive obsesionada con él de una forma u otra. El Nostalgia Critic añadiría a su vergonzosa lista de nuevos «rasgos personales» el ser un Gary Stu que es tan listo, tan profundo y tan inteligente que lejos de ser un don sería una maldición porque se granjea los odios de todo tipo de fandoms y de gente que no comparte sus mismas opiniones, una especie de genio incomprendido al que detestan porque nadie más en el mundo es tan profundo ni racional como él mientras le persigue un villano de paja. Como ven, una bonita forma de darle una mayor profundidad a tu personaje mear contra el viento.

   Empezando por lo básico de estas ideas, las tramas en sí eran interrupciones de los episodios más largas que los propios sketches, pues las reseñas se paraban en seco para mostrar a un Nostalgia Critic manso y dialogante siendo víctima del acoso del psicópata de turno hasta que el primero lograba convencer a su perseguidor de lo fútil que es obsesionarse por este tipo de cosas hasta que le dejaba en paz. O sea, justo todo lo que el primer Nostalgia Critic JAMÁS haría, pues era una persona cabreada, irascible y más propensa a la violencia por venganza que a un diálogo forzado en el que el señor Walker presume de conocimientos cinematográficos y aspira a ser el nuevo Roger Ebert pero sin la personalidad de este.

   Los nuevos episodios trataban cada vez menos de las películas y más en los sketches. Las críticas dejaron de ser un fin en sí mismo y se convirtieron en un medio para hacer el tonto delante de una cámara durante más de la mitad del metraje. Doug Walker ya no critica, simplemente nos desliza cachos de los guiones que tenía para Demo Reel con la esperanza de que no nos demos cuenta.

   Aparte de esto, lo malo no es ya el concepto de estas tramas, sino que las parodias de los fandoms pasaron de ser eso, parodias, a una desagradable burla cargada de desprecio y condescendencia hacia todo aquel que no estuviera de acuerdo con él. La sal en la herida se encuentra además en que para mofarse de los trolls de internet y de todo aquel que se tomaba cualquier chuminada en serio Doug Walker había creado el personaje de Douchey McNitpick, un friki granujiento que vive en el sótano de sus padres y que solo vive para quejarse por internet pero que a pesar del concepto era una parodia graciosa. A día de hoy Douchey ya no existe, pues ha sido sustituido por una loca del coño de Tumblr, fanáticas de Catwoman o una suerte de Agente Smith que aparentemente no tiene nada mejor que hacer que querer lavarle el cerebro al Nostalgia Critic porque al parecer no le gustan las películas de Matrix

Una de estas fotos es la parodia de un tipo de gente que abunda en internet y con la que cualquiera podría enfrentarse. La otra es un villano de relleno que está ahí porque a Doug Walker no se le ocurrió hacer una reseña mejor.

   ¿Quieren saber lo peor? Que lo peor empieza AHORA: no contento con cagarse en toda aquella gente que potencialmente podría estar en desacuerdo con él mediante una elaborada falacia ad hominem, el bueno de Doug daría otra vuelta de tuerca y empezaría a criticar películas queridas sin motivo alguno más allá de despertar ese sentimiento de ser un «canallita» y un «transgresor» incluso si realmente no tenía nada que criticar. ¿Cuál es la diferencia con su reencarnación anterior que, en teoría, hacía lo mismo que él? Que el Nostalgia Critic original directamente lo hacía, atacaba la película con toda su bilis, humor negro y sarcasmo, dejando críticas hilarantes y acidez por el camino, o sea, criticaba CON ARGUMENTO Y CON MOTIVOS RAZONADOS mientras que ahora el quid de criticar radica en el acto de anunciarlo, en prometer que temblará la tierra y se abrirán los cielos cuando hable de una película nostálgica famosa para luego no decir nada en la reseña per se. Puntos extra si al final de la pseudorreseña  da alguna opinión mansa, neutral o positiva de la película en cuestión.

   Su primer gran intento fue la reseña de la primera película de Jurassic Park, en la que prometía ser polémico pero al final no se quedó más en reciclar chistes sobre lo mal que actúa Jeff Goldblum, comentar la película sin suspender su incredulidad («¡un parque en el que se clonan dinosaurios! ¡Eso es imposible!») o detectar gazapos (imaginen: ¡Jurassic Park tiene gazapos! ¡Lo nunca visto! Ya podemos eliminar todo su legado, este señor ha detectado cuatro gazapos y por ende esta película es una mierda). Obviamente fracasó.

   ¿Qué hizo después al ver que, pasado un tiempo, las visitas descendían una vez más? Empezar 2015 prometiendo que se cagaría poco menos en las películas de Matrix… para que toda la bilis que juró que iba a soltar sobre la primera de la trilogía no fuese más que burlarse de que el verdadero nombre de Neo es Thomas y cuestionar elementos de la película que esta misma explica varias veces y que podría haber pillado si no hubiera estado más pendiente en sacarle defectos con calzador para terminar la crítica a la saga entera con un «meh, a mí no me gusta pero a mucha gente así, por lo que es una buena saga». Y miren que podría haberle sacado multitud de fallos, porque yo hasta tengo una lista de ellos, pero eh, al parecer basta solo con que hablen de uno…

«¿El protagonista de Matrix en realidad se llama Tom? ¡Qué ridículo nombre para un salvador! ¡Porque todos sabemos que no existen personajes importantes con nombres genéricos…!».

   Porque esa es otra: olvídense ya de que las reseñas terminen en una reflexión acorde a su experiencia al ver la película que critica o los comentarios negativos emite sobre ella, pues tener gustos consecuentes con tus opiniones no es bueno para el negocio, no vaya a ser que se ofenda la gente a pesar de que nos burlamos de ella si opina lo contrario que nosotros. Es mejor contradecir toda tu reseña mediante una reflexión final lo más neutral posible utilizando a poder ser comentarios vacíos que llenan la boca pero que no significan nada. Hablar siempre mal de una película para terminar diciendo que no es tan mala o deshacerse en halagos. La coherencia ahí A TOPE.

   Pero eh, el sistema parece ser que funciona. Al menos les ha permitido migrar contenidos de una página llamada como el personaje principal de su web a otra en cuyo banner solo representan a los personajes de esa misma persona «porque no querían que la página representara a un único personaje» y a cada uno hacer sus propias películas siguiendo la estela del desfalco perpetrado por el Angry Video Game Nerd con la suya propia, porque a estas alturas el barco está empezando a hundirse y es hora de coger el dinero y correr. Pero si vamos a hablar de desfalcos y de cómo Channel Awesome (la empresa a la que pertenece TGWTG.com) hace las cosas, dejaré que dos miembros históricos de la página hablen de ello. ¡Parecía tonto el señor Walker...!

Ahora Channel Awesome no representa a un solo personaje sino a MULTITUD de otros personajes. Todos de Doug Walker y su grupo, sí, pero personajes al fin y al cabo.

   Sin embargo, confieso que esto no es nuevo para mí, pues hace ya tiempo que llegué a la conclusión de que por muy glamuroso que haya sido el pasado de esta página, y en especial el meteórico ascenso de Doug Walker a la fama, esta gente no deja de ser una pandilla de mataos de internet, de gente que vive de los brodólares que les proporcionan sus vídeos porque en su mayoría no valen para nada. Y OJO, siempre, repito, SIEMPRE será infinitamente mejor un Nostalgia Critic, un Linkara o un Spoony que un Jpelirrojo, un Rubius o un Dalas Azahar, pero el nivel al que se han rebajado para esto (excluyendo de la ecuación al propio Linkara por ser el único creador de contenido de aquí que es honesto con todo este asunto y el único que sinceramente ha trabajado para mejorar su serie) es precisamente el mismo que los youtubers de pacotilla aquí mencionados.

   No me malinterpreten, a mí me da igual cómo sea en detrás de las cámaras el actor detrás de un personaje porque a mí lo que me interesa es eso, el personaje. Pero lo que sí es cierto es que si la persona que hay detrás ha perdido el norte y el programa ya no es ni la sombra de lo que era, cada vez iré perdiendo el interés hasta que acabe por no gustarme o directamente odiarlo, que es lo que ha pasado.

   Pero, ¿por qué debería importarme lo que haga este señor? ¿Por qué dedicarle una entrada a él específicamente cuando a día de hoy raro es el famoso de los internetes que no viva de las rentas o quiera hacer su propia película (pagada por los fans, eso sí)? Pues realmente me importa, sí, porque tengo una historia personal con este individuo, específicamente porque me ayudó mucho en mi vida, porque fue el primer personaje que me hizo reír de verdad desde siempre.

   Y sí, amigos, si me permiten que me ponga un momento sentimental (que, tranquilos, no durará mucho), les contaré que debido a una serie de continuas circunstancias personales me tocó ser una persona reservada y taciturna a la que apenas le hacía gracia nada y que apenas podía tener una conversación normal con nadie, aunque esto último también era porque estaba rodeado de gilipollas tanto en el colegio como en el instituto y sobre todo en mi facultad, Y CLARO…

«¡¿QUE EL FRIKI DE MIERDA CABREADO ESTE DICE QUE LE GUSTÓ ALGO Y ENCIMA SE PONE SENTIMENTAL?!».

   Sin embargo, fue ver un vídeo de este señor totalmente de casualidad y me reí. Me reí mucho. No, me reí mucho y de forma sincera. Entonces vi otro, y otro… así hasta acabar descubriendo ThatGuyWithTheGlasses.com y otros críticos de su talla. A todo esto, sí, soy consciente de que a estas alturas parece el típico discurso sectario, la típica cosa que una belieber/directioner/etcéterer diría, pero no me importa por algo que diré dentro de dos párrafos.

   El caso es que este hombre me descubrió EL HUMOR, y justo uno que se acomodaba a mi personalidad: el sarcasmo, la chispa, la creatividad a la hora de hacer chistes, la irreverencia y la acidez en la parodia. Otros habrían llegado antes, y de hecho lo que hace este hombre no es para nada nuevo, pero el Nostalgia Critic fue quien mejor lo hizo. Y además, gracias a ello, a que había pegado un giro de ciento ochenta grados en mi forma de ser, no solo conseguí conocer a muy buena gente (y a otra no tan buena) sino que además logré basar mi vida en lo que viene siendo el humor y la crítica ácida, una de las razones por las que hice este blog recientemente. Por estas cosas estoy agradecido, la verdad que esté por delante.

   Sin embargo, al mismo tiempo, algo hice bien, pues a pesar de haber sido tan FAN, incluso admito que FANPESAO, jamás perdí mi criterio siguiendo la carrera de este señor, siendo consciente tanto de lo bueno como de lo malo. Y cuando este señor dijo que tiraba la toalla con el Nostalgia Critic, yo ni lloré ni me enfadé, ni pataleé como hizo mucha gente... Le deseé lo mejor del mundo y seguí con mi vida como si nada hubiera pasado.

   Pero ahora que ha regresado en forma de estafa, en forma de carta de odio, de cansinismo y condescendencia con el objetivo de pillar todo el dinero posible para no tener que volver a trabajar (aunque claro, tras su numerito al dimitir de su empresa, quién en su sano juicio le iba a contratar otra vez) y desaparecer, después de haberle dado cientos de oportunidades a la espera en vano de una mejora de sus contenidos, es cuando yo me alzo y lo digo: no me gusta el Nostalgia Critic.

   No me gusta el Nostalgia Critic porque ya no es gracioso.
   No me gusta el Nostalgia Critic porque ya no argumenta.
   No me gusta el Nostalgia Critic porque lo he superado.
   No me gusta el Nostalgia Critic porque no me gustan los estafadores.
   No me gusta el Nostalgia Critic porque me aburre.
   No me gusta el Nostalgia Critic porque ya no tiene nada más que hacer.
   No me gusta el Nostalgia Critic porque ya no tiene nada más que decir.

   Era el Nostalgia Critic: él lo recordaba para que nosotros no tuviéramos que hacerlo. Pero ahora, ¿quién le recordará a él?