martes, 4 de noviembre de 2014

Una crítica 100% objetiva de Kill la Kill.

«Anso es una pomada rectal que además de aliviar el dolor, el picor y el escozor, reduce la inflamación».

  Vaya, vaya, vaya. Hay que ver lo curiosas que son las cosas, de cómo un blog tan pequeño e insignificante como éste ha podido causar tanto dolor en el ojete a tantísima gente.

   Para que se hagan una idea de lo que ha pasado, hace unos cuantos meses, allá a finales de marzo, para ser más específicos, escribí una reseña sobre un anime que tristemente se puso de moda llamado Kill la Kill (del que, como ya predije en su momento, nadie se acordará a estas alturas), una serie que alcanzó surrealistas cuotas de popularidad (en internet, cómo no) por su forzado uso del «humor random», una falsa epicidad a la que se le veía el cartón por todas partes, un descaro infinito a la hora recurrir al fanservice y una trama tan repetitiva, aburrida y predecible que al final se vio obligada a plagiar el argumento de la que era su predecesora espiritual Tengen Toppa Gurren Lagann.

   Sin embargo, como mi crítica fue de las pocas, si no la única, que no ya no alabó sino que condenó a la susodicha serie mientras que el resto de la humanidad la ponía por los aires, este blog y mi propia persona nos hemos ganado una cantidad bastante grande de enemigos.

El mismísimo Ichigo Kurosaki quiere pegarse conmigo por Twitter.
No sé si sentirme honrado o temer por mi vida.


   El caso es que, curiosamente, esta gente que tan mal habla de mí por el Twitter y demás redes sociales, cuando les pedí amablemente que me explicaran los fallos de mi planteamiento, no sólo no me los contraargumentaron, sino que cuando les dije que utilizaran la sección de comentarios de la reseña para expresarse libres del más que molesto límite de caracteres, ¡nadie se presentó!




   Como comprenderán ustedes, mis inteligentes lectores, esto me ha supuesto un enorme trauma porque mi reseña Kill la Kill: EL PEOR ANIME DE TODOS LOS TIEMPOS es no sólo la entrada más vista de este blog con diferencia sino que es uno de los motivos por el que hace tiempo superé la cifra de las dos mil visitas. Porque claro, el hecho de que nadie diera la cara POR INTERNET, QUE YA ES DECIR en mi blog para rebatir mis argumentos no puede ser porque dicha gente carezca de ellos y se estén dejando llevar por una pataleta, sino que debe de haber algo más detrás del asunto. Y tras mucho cavilar he comprendido que la culpa es mía por expresarme tan destructivamente: que sea mi propio blog no me da derecho a ofender a nadie de la forma en la que lo he hecho hasta el punto a la gente literalmente no le salgan las palabras para expresarse y que tengan que recurrir a insultos y amenazas.

   ¡El blog está creciendo en audiencias! ¡Ya no me puedo permitir decir burradas llevado por mis gustos y fuertes sentimientos hacia las cosas! ¡He de asumir las responsabilidades de alguien leído, literalmente, por miles de bots y un escaso puñado de personas! ¡Tengo que pensar en mis audiencias, trabajar para ellas, pues existe una mayoría silenciosa que lee, siente y padece pero que no se atreve a representar sus emociones! En pocas palabras, mi obligación es mejorar este humilde blog.

   Siendo así, deberé pensar en qué clase de cambios tendré que imprimir en la dirección que ha tomado este nivel de audiencia para evitar otras debacles tan tristes como la aquí sucedida. Y para empezar, de entre todas las amables sugerencias que he recibido de mis ofendidos opositores, empezaré por eliminar la subjetividad de mis reseñas. Así es: a partir de ahora me dedicaré a escribir críticas completamente objetivas. Cero, nada, materia oscura de subjetividad. ¿Y qué mejor ocasión para empezar que reseñar otra vez Kill la Kill, esta vez como se merece y de una forma que no ofenderá a nadie?

   Así que aquí está: una crítica 100% objetiva del anime Kill la Kill, presentada SIN SPOILERS y con todos mis respetos ante la gente a la que tan gravemente he ofendido con la promesa de que no volverá a suceder.

   Muchas gracias y disculpen las molestias.

Imagen del logo de Kill la Kill. 


   Kill la Kill es una serie de animación procedente de Japón, lo que la incluye dentro de la categoría de anime. Esta serie fue creada por una compañía llamada Trigger. Su temática es futurista y contiene elementos de ciencia ficción, así que está englobada dentro del género la ficción, pues no está basada en hechos reales.
  
   Kill la Kill contiene personajes. Uno de los principales personajes se llama Ryuko Matoi, que es el personaje principal. En otras palabras, Ryuko Matoi es la protagonista. Asimismo, Kill la Kill también contiene una trama, una trama que contiene a su vez un inicio, un nudo y un desenlace. La trama consiste en la búsqueda de venganza de Ryuko Matoi, cuyo padre fue asesinado, lo que significa que murió a manos de otra persona, es decir, otra persona es responsable de la muerte del padre de Ryuko. Ryuko Matoi, la protagonista, viaja a la Academia Honnouji con la certeza de que alguien del cuerpo estudiantil (los estudiantes) es el asesino de su padre.
  
   Durante su estancia, Ryuko Matoi tiene una serie de enfrentamientos con algunos estudiantes que culmina con una enemistad con la líder del consejo estudiantil Satsuki Kyurin. En pocas palabras, Satsuki Kyurin completa el rol de la antagonista en su cuarta acepción del diccionario de la Real Academia Española. Ryuko Matoi conocerá a un traje con vida propia llamado Senketsu, es decir, un traje que está vivo, que le proporcionará poderes para enfrentarse a Satsuki Kyurin. Senketsu, al ser un aliado de la protagonista y al ser el segundo personaje más importante de la serie tras la protagonista (recordemos: Ryuko Matoi), completa el papel del deuteragonista.

   Kill la Kill es una serie de animación y como tal está dibujada para que, mediante el proceso de la animación, dichas imágenes se muevan para narrar la historia. Kill la Kill tiene sonido, principalmente voces de actores de doblaje, es decir, actores que prestan su voz para dársela a los personajes de la obra, y música, la llamada «banda sonora». La imagen y el sonido ocurren al mismo tiempo y en conjunción, permitiéndonos seguir la trama.

   Si ves Kill la Kill y te ha gustado, significa que te ha gustado Kill la Kill. Por el contrario, si ves Kill la Kill y no te ha gustado, significa que no te ha gustado Kill la Kill. La serie, Kill la Kill, tiene elementos que pueden gustar a la gente, pero al mismo tiempo hay gente que puede no compartir los mismos gustos o intereses al respecto y por ende pueden no ver entretenida la serie o directamente no gustarles.



   En conclusión: Kill la Kill es una serie de animación.

   Oh, ¿y la reseña en gris? Una adaptación del vídeo de Jim Sterling The 100% Objective Review porque no podía molestarme en idear nada para quejas tan absurdas como que una crítica no es objetiva.