lunes, 17 de marzo de 2014

Puela Magi Madoka Magica: una tragedia faustiana en color pastel.

«Siempre se piensa en lo que se ha perdido; todo aquello a lo que uno está acostumbrado es un paraíso».
Doctor Fausto, Fausto.

   Hoy para variar vamos a hacer un ejercicio novedoso y voy a escribir una crítica positdz… possiii… positiii… POSITIVA. UNA CRÍTICA POSITIVA sobre… ¿qué es todo ese ruido fuera de casa?

Nah, será el viento.

   En fin, pongámonos manos a la obra, ésta es la crítica de Puela Magi Madoka Magica.

   En primer lugar, tendría que confesar que este anime me ha sorprendido mucho y muy gratamente, sobre todo porque, a pesar de pertenecer al género shojo, posee una madurez y una profundidad espectaculares. Me ha asombrado la forma que han tenido ya no de subvertir sus clichés en algo tridimensional sino de formar una historia que realmente podría entrar hasta en el género del terror. COMO LO OYEN. Y la verdad es que algo que en principio parecía que me iba a aburrir y que iba a ser más bien estereotipado y sosete me haya gradado INFINITAMENTE MÁS que esa sobrevaloradísima bazofia que es Shingeki no Kyojin. Y no me hagáis empezar con Kill la Kill… NO ME HAGÁIS EMPEZAR POR AHÍ PORQUE ME CONOZCO. ¡KILL LA KILL ES UNA MIERDA! ¡MERLUZOS! ¡ECTOPLASMAS! ¡BACHIBUZUKS!

COMO TE ATREVES A HABLAR MAL DE SHINGEKI. ESTOY TAN ENFADADO QUE VOY A PEGARME CONTRA ESA PARED


   ¿De qué va la historia? Madoka Kaname es una niña que vive una vida poco menos que perfecta: tiene una buena familia, va a un buen instituto y no le faltan las buenas amigas. Sin embargo, la aparición de una misteriosa estudiante, Homura Akemi, pondrá su vida patas arriba con la siguiente advertencia:

«Madoka Kaname, ¿atesoras la vida que actualmente vives y consideras valiosos a tu familia y a tus amigos? Porque si es así entonces no querrás cambiar la vida que tienes o la persona que eres. Si no, lo perderás todo».

   La advertencia se acaba convirtiendo en una profecía cuando Madoka y sus amigas conocen a Kyubey, una suerte de zorro-gato de ojos penetrantes que les ofrece la posibilidad de convertirse en chicas mágicas para derrotar a las brujas, seres invisibles para el ojo humano cuya presencia provoca desde suicidios hasta cataclismos. Las chicas acceden salvo la propia Madoka, pues para pactar con Kyubey y transformarse hace falta pedir un deseo, pero Madoka tiene todo lo que ella podría querer y es que además la naturaleza del deseo es crucial para conocer los poderes que con él se desbloquearán.

/人◕ ‿‿ ◕人\


   Entonces las cosas van a peor… y de ahí a peor todavía, convirtiéndose lo que empezó como la típica historia de niñas con poderes mágicos salvando el mundo del mal mientras llevan la más grata de las vidas en un relato pesadillesco, una auténtica tragedia sobre la desesperación, la soledad y el sacrificio. Realmente no quiero spoilear nada porque ésta es una de esas series en las que uno tiene que verlo mejor por sí mismo para apreciarlo en vez de dejar que se lo cuenten, pero al menos voy a decir lo siguiente, y es que, como he dicho antes, no es el típico shojo. Se lo pueden tomar a bien, se lo pueden tomar a mal, pero si quieren conocer la verdad sólo hay una forma de averiguarlo: consultando en Wikipedia echándole un ojo a la serie. No les decepcionará.

   Un aspecto que siempre llama la atención es todo el apartado visual. Todo lo correspondiente al mundo real y la vida de Madoka está pintado con intensos colores pastel y con trazos que recuerdan a las ceras de colores. Si bien al principio puede saturar de infantilismo y de cuquez la vista, también es cierto que la dirección artística ya sólo en el mundo de Madoka cambia drásticamente, y es algo de lo que poca gente se da cuenta conscientemente, mostrándonos los ya mencionados colores pastel para mostrar felicidad y opulencia a tonos más oscuros con trazos de pincel o lápiz para lugares pobres o sórdidos.

   Pero el gran contraste se lo llevan los laberintos de las brujas (las dimensiones donde viven estos seres, vamos), diseñados mediante diferentes técnicas artísticas, desde arte vectorial a técnicas de collage, imágenes rotoscopiadas o píxeles, convirtiendo a esta serie poco menos que en una auténtica obra de arte por su capacidad de impactar.

Entre lo de la izquierda y lo de la derecha hay apenas un capítulo de diferencia.

   La música, por su parte, es maravillosa, sorprendente. El registro clásico y coral de gran parte de la banda sonora mezclado con los extravagantes efectos visuales le otorgan a cada escena un aire misterioso y dramático genialmente conseguido. Y es así como realmente se consigue que una banda sonora funcione, siendo un valor añadido a la animación en lugar de ser pura ambientación o un acompañamiento musical sin más para que no sea aburrido.

   Ya para ir terminando quisiera comentar algo llamativo, algo que quisiera que se tuviera en cuenta, y es que aunque esta serie, Puela Magi Madoka Magica, es una subversión del género shojo, no deberíamos verla tanto como tal sino como una historia que forma parte de un género con la diferencia crucial de que está bien construida narrativamente hablando y que es capaz de provocar un pensamiento, una reacción. Digo esto porque no quisiera que se quedara esta serie en el recuerdo como un «jo tio mirate esto kes mazo oscuro i huna subersion o como se dija xdd» sino también porque es buena ya de por sí, porque es la mezcla de toda una serie de elementos bien escogidos en su justa medida, es una tragedia sobre el sacrificio y la salvación que transcurre dentro del género de las magical girls. Es más, el propio autor, Gen Urobuchi, dijo en una entrevista que él no quiso escribir una subversión del género sino una historia inteligente y buena dentro del shojo.
 
I DUNNO WHAT I'M DOING LOL


   De forma fortuita o no, el caso es que logró hacerlo mediante una sólida estructura narrativa que contiene un buen balance entre la verdad y la manipulación, un buen balance entre lo inesperado y lo necesario y la facilidad de crear una suspensión de incredulidad dando significado a lo que ocurre porque lo que ocurre tiene razón de ser en lugar de excusarse en la suspensión misma. Todo esto radica en que Puela Magi Madoka Magica no es una serie oscura por serlo o trágica por conseguir la lágrima fácil sino que es oscura y trágica porque permite pensar, porque permite reaccionar, porque permite experimentar de verdad lo que ocurre en lugar de dejarnos con una vaga preocupación de si nuestro personaje favorito morirá o no y sacar el pañuelo POR SI ACA en una situación extrema.

   Y voy a ir más allá: esta serie de niñas que salvan el mundo en un género tan cansino y agotado ha conseguido ser más oscura, más inteligente, más compleja y mejor escrita que toda esa birria de tochámenes manipuladores pseudo oscuros y pseudo lacrimógenos que es la saga de Canción de Hielo y Fuego, o como es más conocida, los libros de Juego de Tronos. ¿Me oyes, J.R.R. Martin? ¡Veo a través de tus mentiras y tus historias artificialmente anudadas, puto gordo!



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